Bordeando el colapso energético

Aquí, allá y acullá

“Situación energética compleja”. “La economía cubana vive un momento complejo”. “Se mantiene la distribución de productos normados a pesar de la compleja situación”. “La agricultura vive una situación compleja”. “Situación financiera muy compleja”. ¿Qué sector se salva de la complejidad?

Si contabilizáramos la cantidad de veces que se expresa, competiríamos por un récord Guinness. Y ganaríamos.

Lo mismo en titulares que en los análisis y comentarios de los especialistas, el manoseado adjetivo pretende, sin analizar a fondo todos sus componentes (complejo es un todo integrado), suavizar el impacto de los contenidos así calificados a fin de acolchar la cruda y dura realidad: crisis integral.  

Hoy tenemos un proceso acumulado de deterioro tecnológico, que no se puede resolver en poco tiempo”, dijo el presidente Díaz-Canel, refiriéndose a los severos apagones que venimos padeciendo. (Lo entrecomillado lo tomé de Cubadebate, agosto 27). 

La crisis no es de estreno, la venimos arrastrando por años, sobre la que Progreso Semanal ha escrito y publicado desde años. Extraigo del archivo de Progreso Semanal, una muestra. 

30 de julio de 2009, fragmentos del Borrador de un corresponsal de Progreso Semanal. 

  • “La situación económica y financiera que vive el país implica claramente un buen apretón en el cinturón de los cubanos. Ya comienza a sentirse. No es solo el drástico recorte en el consumo de energía eléctrica y combustible, que se traduce en una perceptible disminución del flujo del servicio público, o la abundancia de abanicos en los centros de trabajo donde los sistemas de climatización se apagan durante una buena parte de la jornada laboral”.

NOTA MÍA: En esa fecha, 2009, 19 de las 20 plantas generadoras de electricidad ya tenían decenas de años de explotación. La norma es de 25. De esa fecha a la de hoy, las 19 marcan 12 años de sobrexplotación. De 2009 a la fecha, ¿qué por ciento del dinero destinados a la inversión se ha dirigido al sector energético? A la vez sería útil compararlo con los destinados a otros sectores. Por los railes de la energía, sea cual sea la fuente, discurre el mundo. 

Prosigo con otros fragmentos del artículo del Borrador del corresponsal de la misma fecha. 

  • ”Comienzo por decirles que durante la reunión de la comisión de Asuntos Económicos del parlamento nacional, Adel Izquierdo, Viceministro Primero de Economía, calificó de «grave» la «situación económico-financiera que atraviesa el país».

A continuación citaba:

  • El diario Granma en su edición del martes reportó que dicho funcionario «sustentó con inobjetables cifras y hechos» la situación y anotó las causas a «la crisis mundial sobre nuestra economía, en particular la reducción significativa de los ingresos provenientes de las exportaciones y las restricciones adicionales para acceder a fuentes de financiamiento externo».
  • ”Todos sabemos que a Cuba le es sumamente difícil acceder a las fuentes internacionales de financiamiento a causa del bloqueo, pero no es menos cierto que factores de índole interno, algunos estructurales, forman parte de la crisis”, señalaba el artículo de Progreso Semanal citado. 

Como verán los lectores, son fragmentos de un trabajo publicado hace exactamente 13 años, 1 mes y un par de días. Los apagones ahora son más recios y extendidos en el tiempo, afecta a todos los sectores de la vida del país: va del hogar a fábricas y centros de servicio. Nada escapa.

Vivimos bordeando el colapso energético que, unido al magro abastecimiento por citar dos elementos claves pero no exclusivos, mueven a la protesta ciudadana. 

La previsión debidamente enfocada en las causas, teniendo en cuenta que el imperio no se muda ni permuta, nosotros tampoco, pero que no es la única explicación a nuestros males. Anotar todo al imperio puede resultar peligroso para una sociedad que en su gran mayoría vive atenazada entre apagones, falta de medicinas, etc, y de perspectivas. 

Antes de finalizar por hoy, sugiero refrescar, por un tiempo al menos, el sobreuso del calificativo COMPLEJO/COMPLEJA en las marquesinas mediáticas pues nos llevaría a pensar que necesitamos graduar más psiquiatras y sicólogos.   

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