
El Almirante, entendido en marketing y publicidad, afirmaba con un huevo en la mano que así era el mundo. Cierta leyenda urbana de aquellos siglos cuenta que escachó los polos del huevo para confirmar que la tierra era redonda y no plana, como circulaba en las fake news de su época.
De huevos, fakenews y el Mincin (Ministerio de Comerio Interior) es esta nota. Resulta que desde hacía semanas venía rodando en las redes la especie de que en julio nos venderían por la libreta de abastecimiento solamente 3 huevos en vez de 5. El Mincin ratificó que serían vendidos cinco por persona asentada en la libreta. En La Habana han entregado cinco.
Me fui en busca de los míos. Marqué en la cola, ese areópago donde si pones oído escuchas de todo y si pinchas un poquito y hasta con solo un gesto mueves lenguas. Allí, a propósito del tema, un muchacho anotó con gracia: “vaya que no me toquen los huevos” y la gente sonrió. Pero “la libreta de racionamiento es como abrir una lata sin abridor y encontrar que lo que hay no te alcanza para más de 10 días y a veces llega pasado el mes”, comentó un octogenario que esperaba por comprar. Viéndose escuchado abrió su memoria para agregar que “semanas atrás eran 7 y más atrás era de 10 por persona…han ido bajando y ahorita, ¿seguirán siendo cinco?, no sé”, e inclinó su cabeza calva. Ese “no sé” lleva carga de muchas cosas vividas que atrincheran la duda sedimentándola, no por los cinco huevos de hoy, — que por cierto puedes comprar 30 en la “bolsa negra” si tienes MIL o MIL DOSCIENTOS pesos—porque “no hay nada estable, seguro”, dice. “Hoy tenemos cinco huevos y mañana… azúcar …cuánta, electricidad sí, hoy, mañana apagón de nuevo y así…las plantas eléctricas son como los almendrones, hoy se rompe una pieza, mañana hay que darle mantenimiento a otra, y a otra pues se le rompe algo y así vamos de apagones menos a apagones más”.
No pongo otros comentarios, fueron varios y tocaron todo el espectro de la vida cotidiana, como los desbordados precios para inventar comida para los 20 días posteriores al final de lo que se compra con la libreta, la falta de medicamentos en las farmacias, el transporte, de que ya hablé. Y de pronto, suave, sereno, surgió un: “Yo no como muela (explicaciones)”, de uno de mediana edad. Me puso a meditar que cuando la crisis es tan ancha y profunda, la credibilidad la padece.
Joe Biden y el pez pega![]()
El pez pega carece de audacia, hasta para conseguir alimentos se pega con sus ventosas (de ahí su nombre popular) al vientre de los depredadores de gran porte como el tiburón. Así, en una suerte de autostop, viaja alimentándose de lo que cae de la boca de quien lo transporta. En política el símil viene de perilla. Biden ha optado por pegarse al vientre del tiburón Trump y seguir, respecto a Cuba, la línea trazada por este.
Si la “genial” opción demócrata para ganar votos en La Florida, estado en el que perdió las presidenciales, es la de convalidar la política trumpista…¿por quién votaría un número importante de electores: ¿por el tiburón o por el pez pega? Con esta opción, Biden, al margen de ciertas flexibilizaciones, mantiene en lo esencial la línea política trazada hacia Cuba por su predecesor favoreciendo así las candidaturas de sus seguidores en noviembre próximo.
Recordar que el día 8 de ese mes habrá elecciones de medio término en las que se renueva un tercio del Senado y 435 curules en la Cámara de Representantes. Ante la torpeza demócrata y en un intercambio entre floridanos, uno dijo que “tiene falta de talento”, otro, al responder, anotó “solo un cambio radical, audaz podría mejorar las posibilidades demócratas” y un tercero, al parecer cubanoamericano, fue lapidario: “que audacia, ni audacia, falta de huevos”. Y, nada, como habrán visto mi nota de hoy tiene a los huevos de protagonistas.
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