Trump hizo el ridículo y asustó a una nación durante el primer debate

MIAMI. ¿Alguna vez los han atacado mientras están sentados viendo la televisión? ¿De frente? ¿Tan violentamente que se retuercen de manera incómoda, como si tuvieran grandes hormigas rojas en los pantalones? Ustedes, ¿agarrándose a las sillas, de pie, sentados de nuevo, ahora más angustiados, obligándoles a saltar rápidamente a la butaca de cuero de la esquina con la esperanza de encontrar una especie de refugio de la violación que están presenciando? No.

El primer debate presidencial de 2020 ha terminado. Y curiosamente, no se trata de quién ganó; se trata de quien perdió (las elecciones). Sin embargo, el mayor perdedor fue el país. Fue vergonzoso ver a un presidente de Estados Unidos actuar como el niño rebelde y petulante que es todavía, a la edad de 74 años. Y para aquellos que dudaban de su intolerancia, el presidente Trump lo mostró durante la segunda mitad de un violento tornado de unos 90 minutos que me inquietó hasta el punto de no dejarme dormir hasta más tarde, en la madrugada del miércoles. Trump parecía una figura descomunal, casi de color naranja rojizo, cuyo rostro se veía a punto de explotar mientras se negaba a condenar a los supremacistas blancos y a los miembros de la milicia armada, después de una pregunta del moderador Chris Wallace, de Fox News.

Wallace había hecho referencia a los violentos grupos marginales de derecha que han atacado violentamente a manifestantes a favor de la justicia racial en todo el país. Le preguntó al presidente si estaba “dispuesto a condenar a los supremacistas blancos y a los grupos de milicias y decir que necesitan retirarse y no aumentar la violencia en varias de estas ciudades”.

Trump saltó con un “seguro” y luego agregó: “Estoy preparado para hacer eso, pero diría que casi todo lo que veo proviene del ala izquierda, no del ala derecha”. Biden rápidamente mencionó a Proud Boys, una organización de extrema derecha y neofascista que promueve y se involucra en la violencia política, y que han sido los atacantes en lugares como Portland, Oregón. Trump respondió a Biden, en voz alta, ordenando: “Proud Boys, retrocedan y manténganse en guardia”, como si fuera una orden de un general en el campo de batalla. Ese momento dejó a todos atónitos, incluido Wallace, el moderador.

Biden ganará

Antes de esta noche, estaba convencido de que Donald J. Trump perdería en noviembre. Después del debate, ahora estoy seguro de que Biden será el 46to. presidente de Estados Unidos. Y seguramente, hay millones que probablemente aplaudieron el desempeño de su candidato que nunca dejó de intentar intimidar, interrumpir, insultar y mentir al pueblo estadounidense en la televisión nacional. Todas las cualidades expuestas que, supongo, hacen que Trump se sienta “genial de nuevo”. Todo un acto de enfado de un libro de jugadas que debe haber asustado a los electores, incluso a la mayoría de los indecisos que lo vieron, que habían visto lo suficiente como para rechazarlo en un país que ya ha comenzado a votar en algunos estados. Para aquellos que vieron esto como una demostración de fuerza del presidente, la victoria resultará pírrica el 3 de noviembre.

Sin embargo, lo que más se destacó, y sé que enloqueció a muchos del lado de Biden, fue la compostura del exvicepresidente la mayor parte de la noche. Es posible que la haya perdido, una o dos veces, cuando llamó al presidente “un payaso”. Pero incluso entonces… ¿quién puede discutir eso, después de la actuación desquiciada de su comandante en jefe?

Poco después de las 10:30, cuando todo había terminado, me embargó una gran tristeza. Y no tuvo nada que ver con la actuación de Biden, ni siquiera con las payasadas de Trump ante el mundo. Minutos después del debate, recibí una llamada telefónica de mi hija de 15 años. Esta es su primera contienda presidencial real. Una contienda en la que todavía no puede participar como electora, pero de la que tiene opiniones firmes y ha tomado partido.

Lo primero que le dije fue que lo que había presenciado no era normal. No es como debería ser, traté de explicarle. Luego pensé en los miles de jóvenes que habían presenciado su primer debate presidencial. ¿Qué están pensando ahora? ¿Considerarán que así es la política? ¿La violencia desatada, lo que se espera en este país? ¿Una mentalidad de que el ganador se lo lleva todo y que los estadounidenses deberían adoptar como propia?

Nunca esperé mucho de Trump, pero si algún daño él ha causado a este país —y eso se puede enumerar, comenzando con la pandemia de coronavirus hasta la violencia en las calles de nuestra ciudad—, este ejemplo para nuestros jóvenes puede haber sido el crimen más grande desde que asumió el cargo en 2017.

¡Qué ejemplo para la juventud de este país y del mundo, pensé, por parte del presidente de Estados Unidos!

Un Trump descomunal, el ejemplo perfecto del estadounidense feo, que intenta intimidar a un hombre cuya razón para ser atacado fueron sus intentos de responder preguntas simples de Wallace. De hecho, no solo actuó como un rufián con Biden, sino que atacó al mismo moderador del debate interrumpiendo constantemente, tratando infructuosamente de controlar la discusión.

Al final, fue una actuación que debería convencer a suficientes estadounidenses de que este hombre es peligroso, no solo para el resto del mundo, sino también para los ciudadanos estadounidenses a los que se supone debe proteger.

Donald J. Trump cavó su propia tumba el martes. El 3 de noviembre los electores estadounidenses lo enterrarán.

Traducción de Germán Piniella para Progreso Semanal.

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