Disminución del costo del pasaporte cubano, ¿reclamo atendido?
LA HABANA. En medio de una severa crisis económica, Cuba aún tiene importantes pasos pendientes respecto a la naturalización y acercamiento con su emigración. Para ser un país con un altísimo por ciento de emigrados, y donde optar por la residencia en otros países es una de las principales vías de sus ciudadanos para mejorar su calidad de vida, la relación de las autoridades cubanas con la diáspora no termina de ser ampliamente acogedora y resuelta a la hora de concretar medidas por bastante tiempo aplazadas. Al menos así piensa un número considerable de la emigración.
Resulta relevante entonces que el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, durante su actual gira por los países europeos, se haya referido en un encuentro con cubanos residentes en Irlanda, el pasado lunes 21 de octubre, a las gestiones del gobierno sobre los trámites, precios y prórrogas del pasaporte.
Poco antes, también el director de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior (DACCRE) en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Ernesto Soberón, durante el IV Encuentro de Cubanos Residentes en América Latina y el Caribe celebrado en México, que el gobierno tiene intenciones de incrementar los vínculos con la emigración, pero no ofreció más detalles
La rebaja del costo del pasaporte cubano, y la simplificación de los trámites para obtenerlo y renovarlo fuera del país ha sido y es una de las aspiraciones más profundas de miles de emigrados. El documento migratorio continúa siendo uno de los más caros del mundo, y su validez depende de constantes prórrogas y pagos que dificultan la relación de los emigrados con sus familiares y amigos residentes en la Isla.
Son ya numerosas las propuestas de eliminar las engorrosas diligencias, las prórrogas cada dos años y extender la validez del documento al menos a 10 años en lugar de los seis establecidos actualmente. Estas propuestas podrían aumentar la frecuencia y calidad de los viajes a Cuba por parte de los ciudadanos cubanos residentes en el exterior, además del mejoramiento de las relaciones filiales en ambas orillas y el aumento de los ingresos económicos a la Isla.
La inversión en el país de origen ha sido otro de los deseos pospuestos para la emigración cubana. Aun cuando la Ley de Inversión Extranjera permite a los cubanos residentes en el exterior invertir en Cuba, en la práctica no se conoce de ningún caso que sustente esa posibilidad. Esta intención, por otra parte, se ha canalizado a través del envío de remesas y de prácticas informales en el territorio de la segunda economía.
Por el momento, en palabras del funcionario de la DACCRE, se trabaja en el marco legal que permita una inversión transparente en la Isla, aunque de alcance esencialmente local.
Soberón también mencionó la necesidad de avanzar en la eliminación de categorías migratorias para que “haya solo cubanos, residentes en su país natal o en otra nación”, lo cual significaría un avance largamente deseado.
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