Me encontré con Erislandy mientras yo exploraba La Habana Vieja. Él cría palomas de carreras y yo soy fotógrafo así que, naturalmente, le pregunté si podía fotografiarlos a él y a sus pájaros. Las carreras de palomas son un deporte muy popular en Cuba, y cada barrio de cada ciudad tiene sus propios entrenadores y criadores notorios. Pasé mucho tiempo en la azotea de Erislandy con él y su primo Yohany, que también entrena palomas, y los escuché hablar.
En el deporte, los torneos se dividen según diferentes criterios, como la raza de palomas. Unos mensajeros llevan a las aves en jaula a un punto de partida, al menos a 100 kilómetros del palomar. En el palomar, un juez tiene un cronómetro y mide los tiempos de llegada de las tres palomas más rápidas. Entrenadores como Erislandy trabajan para criar las mejores palomas, tomando genes de diferentes comunidades y pasando meses seleccionando a los pretendientes para sus hembras. Una de las palomas de Erislandy es la tercera más rápida de Cuba.
Erislandy y su pasión por sus pájaros se convirtieron en una fascinación para mí durante mi visita a Cuba. Se puede ver por qué en estas fotos que siguen.
Fotos: Carlos Jaramillo, fotógrafo radicado en Nueva York.
(Tomado de VICE)
Traducción de Progreso Semanal.