La VII Cumbre de las Américas fue mucho más
Progreso Semanal brindó una particular atención a los días de la VII Cumbre de las Américas celebrada en Panamá a inicios de este mes de abril.
El regreso de Cuba a una cita dentro del sistema interamericano, por primera vez desde que fuera expulsada de la OEA en 1962, constituía un hecho clave dentro del amplio diapasón de actividades que se anunciaban para la ocasión. Si a esto se sumaba la expectativa ante la posibilidad –que finalmente no se dio- de que fuera este marco panameño el elegido por el presidente de los Estados Unidos para anunciar la decisión de eliminar al país caribeño de la lista de países patrocinadores del terrorismo, no cabía dudas para nadie que cualquier cosa que pudiera suceder entre los presidentes Raúl Castro y Barack Obama podría convertirse en un trending topic mundial.
Con la mira puesta en la reunión de los presidentes y las agendas individuales que podrían discutir los presidentes latinoamericanos, desde pocos días antes de la inauguración de la Cumbre, Progreso Semanal se interesó por mostrar el corto camino recorrido por este tipo de reuniones desde que se realizara la primera de ellas en Miami en 1994. Se reunió además con Joel Suárez, coordinador del Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr. para conversar acerca de los planes de los movimientos sociales y otras organizaciones del continente que participarían en los encuentros paralelos a la Cumbre oficial, durante la Cumbre de los Pueblos.
Casi en tiempo real, las páginas de Progreso Semanal ofrecieron su espacio a algunos de los momentos más relevantes de Panamá: desde la declaración de Cuba Posible de su retiro del Foro de la sociedad civil a raíz de lo “irregular y dudoso [d]el procedimiento de quienes debían facilitar la participación de la sociedad civil cubana en la Cumbre”; las intervenciones más impactantes, ya en plena reunión presidencial, de varios de los presidentes latinoamericanos; hasta los detalles del encuentro entre Raúl Castro y Barack Obama, que terminó, para decepción de muchos en el hemisferio, sin el esperado anuncio de la eliminación de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo.
Como explicara en su artículo el politólogo cubano Jesús Arboleya, publicado pocos días después de la clausura de esta reunión americana que era historia incluso antes de comenzar, “si algo dejó claro la VII Cumbre de las Américas, fueron las diferencias de Estados Unidos con América Latina y el Caribe, así como la inadecuación de la política norteamericana para enfrentarlas, a pesar de que algunos consideran que está planteada una readecuación, a la luz de los problemas económicos que enfrenta la región y la eventual capacidad dinamizadora de la hegemonía norteamericana”.
A pesar de nuestros esfuerzos, la VII Cumbre de Panamá no cupo en los espacios de Progreso Semanal. En esos días hubo mucho más que hablar de Cuba y Estados Unidos, de Estados Unidos y Venezuela; más que los discursos electrizantes de Rafael Correa o Cristina Fernández; algo más que aquellas fotografías de Obama y Raúl inundando las redes sociales apenas minutos después de haber sido tomadas; o las serias contradicciones que se hicieron visibles alrededor de la participación cubana en el foro de sociedad civil.
A esos eventos a los que no logramos llegar en aquellos días dedicamos estos Contextos en progreso, una sección que estrenamos hoy con un recorrido por esos otros foros de discusión que reunieron a los americanos, al norte y sur del río Bravo.
Los otros foros de la VII Cumbre
Juventudes americanas
Los organizadores del Foro de Jóvenes afirmaron haber presentado los aportes reunidos entre los criterios de más de 5 000 jóvenes, expresados en 39 diálogos nacionales, regionales, hemisféricos y virtuales, organizados previo a los días de la Cumbre. Porque en los días mismos el ambiente fue otro.
La presencia de personeros de la oposición a los gobiernos de Cuba y Venezuela y de algunos representantes acusados de recibir financiamiento externo para desestabilizar naciones latinoamericanas motivó escarceos y protestas que, si nos guiamos por la cobertura mediática realizada, prácticamente condujeron a dividir en dos el Foro. Aunque no se ha revelado la fórmula de negociación alcanzada, el documento final incluyó recomendaciones de ambas partes; como se deriva del tono de la declaración:
“Los jóvenes de las Américas reconocemos como primordial, el ejercicio perdurable de la gobernabilidad democrática, en base al modelo democrático elegido y exigimos que se reconozca y se garantice todos los derechos humanos para todas y todos, en el marco del respeto a la soberanía plena de los Estados sin condicionamiento, ni injerencia alguna”.
Los pronunciamientos alcanzaron también materias de Medio Ambiente y Energía, en la cual se demandó a los gobiernos “(…) adoptar una agenda de Estado que unifique un criterio energético sostenible respecto a energías renovables. De igual forma, deben estimular la inversión privada con incentivos económicos y promover la participación ciudadana legítima, transparente, equitativa, de concertación y de respeto de los derechos de las poblaciones y del ambiente”.
De acuerdo al documento final la Juventud de las Américas no percibe la migración como un problema sino como un derecho. “Los jóvenes identificamos como principales causas de migración la falta de oportunidades y bienestar económico en el país de origen, la inseguridad ciudadana e inestabilidad política. Ello trae como consecuencia fundamentalmente problemáticas respecto a la reunificación familiar y el reconocimiento y respeto del derecho del migrante.”
“A nuestros Jefes de Estados, exigimos la inversión en la educación universal y de calidad para fortalecer el desarrollo humano y la eliminación de los riesgos migratorios. Además, el fomento del emprendimiento, cooperativismo y la asociación con el sector privado para estimular la creación de puestos de trabajo dignos y seguros para las juventudes”, apuntan en su declaración.
Los jóvenes participantes asumieron para sí también el concepto de “zona de paz” para la región, que para ellos “(…) conlleva fundamentalmente el respeto de la soberanía, el rechazo categórico a cualquiera iniciativa de injerencia en asuntos internos de cada país, como la existencia de bases militares extranjeras.”
Una gran universidad interamericana
Una de las novedades de la Cumbre fue la convocatoria, por primera vez, a un foro de rectores de universidades de la región, al cual acudieron 400 participantes. El Foro concentró su mirada en tres aspectos: “Movilidad académica”, “Tecnología e innovación” y “Desarrollo económico sostenible”.
Como resultado de los debates (en los que estuvo más de una docena de rectores cubanos) se propuso crear una Red de Movilidad Académica que “debe ser asumida por los gobiernos como una prioridad en el proceso de integración de las Américas”.
Pidieron además propiciar la conectividad entre universidades, como vehículo de una eficiente transferencia tecnológica y una mayor equidad en el acceso a la información.
Para los representantes académicos es pertinente el concepto de “Desarrollo económico sostenible”, en la búsqueda del cual “la universidad debe colaborar con el Estado y el sector productivo para el necesario e impostergable avance desde economías limitadas a la explotación de recursos naturales y tareas extractivas hacia economías basadas en el conocimiento”.
“It´s the economy”
La oportunidad de confluir en Panamá con representantes empresariales y del comercio de la región era única, como espacio de presentación de Cuba y su apuesta a la inversión extranjera. El ministro cubano de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca, dispuso de una presentación expedita en la Cumbre, a donde con la cartera de negocios bajo la manga.
Ante empresarios y autoridades del sector fueron descritos gran parte de los 246 proyectos por un monto de 8 mil 710 millones de dólares que podrían atraer capital sobre 11 sectores cuyo desarrollo es de importancia estratégica para Cuba, además de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel.
El reflejo de lo ocurrido dentro del foro dejó varios cintillos de prensa muy interesantes:
Mark Zuckerberg, presidente ejecutivo y fundador de la red social Facebook, dijo que Cuba es “interesante”, pero en un futuro.
El grupo financiero estadounidense Citigroup está evaluando su regreso a la Isla: “Nuestra licencia en Cuba está activa, la que teníamos hace 54 años, no ha sido extinguida. Y estamos evidentemente evaluando nuestro regreso a Cuba”, dijo Francisco Aristeguieta, presidente para Latinoamérica, al considerar que el proceso todavía tardará un tiempo “por una cantidad de elementos políticos” vinculados al bloqueo estadounidense contra la nación antillana.
Raúl Alemán, presidente del Banco General, de Panamá, según Cubadebate, aseveró que el archipiélago “es una oportunidad interesante”; al tiempo, dijo que es también una amenaza por la competencia que supone para otros países, de ofrecer servicios que hoy no tiene.
Quizás lo más concreto que pudo dejar el foro empresarial no ha trascendido hasta el momento. Luego de terminada su intervención, el ministro Malmierca y otros miembros de la delegación cubana al Foro Empresarial, se reunieron a puertas cerradas con delegados estadounidenses y representantes del Departamento de Comercio de Estados Unidos.
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