MIAMI – Faltan noventa y nueve días en la Florida. Un poco más de tres meses. Para los que esperan un paseo por parte de Charlie Crist, las encuestas más recientes nos dicen que el ocupante actual del cargo, Rick Scott, está empatado estadísticamente para retener su puesto.
Comencemos por aclarar que Crist aún tiene que ganar la primaria del Partido Demócrata contra una senadora estatal, la poco conocida Nan Rich. Se espera que para el 26 de agosto ya haya ganado. Entonces comenzarán los verdaderos fuegos artificiales.
Lo más interesante en este punto es que el gobernador Scott, quien nunca ha gustado mucho a los floridanos, o en realidad ni siquiera es considerado un buen gobernador, está solo a unos pocos puntos detrás de Crist, el ex gobernador republicano convertido en demócrata.
Real Clear Politics ha computado el promedio de varias encuestas importantes y Crist solo lleva una ventaja de 3,6 puntos.
Pero Crist, quien hace menos de un año tenía una ventaja de dos dígitos sobre Scott, puede que se encuentre ante un problema. Hay en la contienda un candidato libertario, Adrian Wyllie, al que le va mucho mejor de lo que se esperaba.
El periodista Marc Caputo de The Miami Herald dio la mejor explicación cuando dijo: “El libertario Adrian Wyllie obtiene un apoyo de 9 por ciento, según la encuesta de la Universidad Quinnipiac, la cual muestra que la ventaja de 2 por ciento de Crist aumentaría a 5 por ciento si Wyllie no estuviera en la boleta”.
Los candidatos de terceros partidos tienen una historia de echar a perder el baile de noviembre del Partido Demócrata. ¿O es que hemos olvidado la campaña presidencial de 2000 en que Al Gore perdió por apenas (y muy cuestionables) 534 votos ante George W. Bush? Esas elecciones vieron cómo los candidatos de los partidos Libertario y Verde se chupaban 113 833 votos (casi 2 por ciento) en esta contienda muy reñida –cuyo principal culpable fue Ralph Nader, que consiguió 97 427 de los votos en la Florida.
Todos los expertos coinciden que sin Ralph Nader en la boleta, Gore hubiera ganado fácilmente en la Florida –incluso con los extraños tejemanejes que sucedieron en esas históricas elecciones.
Caputo escribe en el Herald que “Con Wyllie en la boleta, Crist pierde más apoyo entre los que se identifican como independientes (9 puntos porcentuales) que Scott (4 puntos). Los independientes suman aproximadamente la cuarta parte de los votos en la Florida.
“Desde el apoyo a la marihuana medicinal a la oposición a la mayoría de las restricciones al aborto, la postura de Wyllie en temas sociales se asemeja más a la de Crist que a la de Scott”.
Esas es una mala noticia para los que apoyan a Crist. Pero echemos una ojeada a algunos puntos que han provocado la súbita subida de Scott en las encuestas (desde noviembre pasado, cuando Crist anunció su candidatura).
La leche materna de la política norteamericana: ¡dinero!
Tan solo recientemente Crist y los demócratas gastaron algo en televisión. En junio al fin usaron $4 millones en toda la Florida. Al mismo tiempo, Scott ha gastado ya $18 millones en televisión mencionando lo que las encuestas nos dicen que hay de negativo en Crist. Antes de que Crist gastara sus $4 millones, Scott ya había gastado $12 millones. La relampagueante campaña publicitaria de Scott parece haber funcionado.
Crist sabe que él NUNCA recaudará tanto dinero como Scott. Y en realidad, si hace falta, Scott está dispuesto a gastar su propio dinero para ganar. (Scott gastó más de $70 millones de sus propios dólares para derrotar a Alex Sink) Así que Crist está ahorrando todo lo posible para utilizarlo cuando haya que gastar neumáticos en la carretera durante los próximos meses. Y si uno examina las encuestas, los puntos negativos de Scott superan los de Crist. Así que podemos esperar muchos anuncios negativos en septiembre y octubre –por parte de los dos.
Pero una buena campaña publicitaria sí funciona. Y cuando uno ha gastado casi cinco veces más que su oponente… Las cifras de Scott han aumentado. Por ejemplo, la aprobación del desempeño de Scott de 43 por ciento contra una desaprobación de 48 por ciento es mala, pero es lo mejor que ha obtenido desde que es gobernador. Y el favoritismo de Crist de 40 por ciento es el peor que ha tenido, con 42 por ciento desfavorable.
Crist parece haberse apropiado de la ofensiva durante la pasada semana. Según una encuesta de SurveyUSA realizada por una emisora de TV del área de Tampa Bay, la decisión de escoger a Annette Taddeo-Goldstein, la demócrata colombiano-norteamericana, como compañera de fórmula parece haber tenido un efecto positivo en los demócratas. La encuesta, realizada después de la selección de Taddeo-Goldstein, arrojó que Crist superaba a Scott 46 a 40 –pero eso es sin tener cuenta a Wylie.
Como puede verse y las encuestas indican, la campaña para gobernador de la Florida es fluida y debe permanecer de esa manera durante los más de noventa días que faltan. Crist, quien parecía tener una buena ventaja hace solo unos pocos meses, parece estar ahora en una pendiente resbaladiza –hacia abajo o hacia arriba dependerá de la publicidad y las apariciones públicas antes los electores y las cámaras de TV.
Scott, que no es muy bueno con los medios, parece haber tenido un problema la semana pasada al negarse a responder preguntas legítimas de los reporteros –un problema que puede que le pase la cuenta en noviembre.
De todas maneras, y después de estas encuestas más recientes que han tenido en cuenta al candidato libertario. Me pregunto si este será otro año en que los electores progresistas de toda la Florida terminen dándose un tiro en el pie al apoyar a un candidato que tiene poca o ninguna oportunidad de ganar –a expensas de Crist.
Charlie puede no ser lo que queremos, pero seguramente está a unos pasos más adelante que el terrible Rick Scott.
Imagen de portada: El candidato libertario, Adrian Wyllie.
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